De: "Luz del Olmo" olmoluz@gmail.com
para : Laura Castañón
En primer lugar perdona mi osadía por escribirte este correo electrónico de una forma pública, sin a penas conocerte, pero me resultaste tan cercana, que eso me ha impulsado a hacerlo.
Tus dos besos a la entrada de la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, me extrañaron y para bien, pues no todos los autores que van a presentar un libro y en este caso, libro ya con cierto éxito, se comportan así, con esa sencillez que nos mostraste al conocernos.
Cuando accedimos a la sala, donde yo era la primera vez que entraba, mis amigas Mª Ángeles ( La abejita de la Vega ) y Andrea , que viven en Burgos, me soplaron cómo en este lugar se celebran exposiciones y otros actos importantes. El marco, no sé a ti, pero a mi me gustó y mucho.
Supongo que desde tu mesa y en compañía de nuestro profesor Pedro Ojeda, podrías comprobar, cómo poco a poco, la sala se fue ocupando casi por completo, con personas de distintos tipos y edades. Es verdad que por un lado estaban los más jóvenes y por el otro los veteranos, entre los que me incluyo.
Lo primero que me fijé fue en tu sonrisa. Cuando lo haces y por fortuna es a menudo, se te ilumina la cara y después de la interesante y didáctica presentación que hizo Pedro, cuando empezaste a hablar, esa sonrisa me seguía transmitiendo confianza porque tus palabras las percibía , sencillas, profundas, y sobre todo muy sinceras.
Costó un poco romper el hielo entre los asistentes, hasta que, empujados por Pedro, fueron surgiendo las preguntas que tú de forma tan amable y alegre- incluso asomaron las bromas- nos fuiste contestando y saciando nuestra curiosidad . El blog La Arañita Campeña, hace una buena reseña de ello.
Por mi parte me gustaría destacar el ambiente que se fue creando, e imagino que te debiste sentir cómoda con nosotros, pues al terminar , te percibí feliz .
Al finalizar el encuentro, nos firmaste los libros y charlaste de forma más individual con los que nos acercamos hasta la mesa. Me gustó tu dedicatoria.
Este e-mail es para darte las gracias por la tarde tan llena de lluvia fría en el exterior de Burgos y tan cálida y productiva en el interior del Teatro Principal.
Aún no he terminado de leer Dejar las cosas en sus días, así que ese final que en la tarde del martes no se quiso desvelar, aún lo espero y quizá, en mi inconsciencia, lo esté retrasando, porque puede que no quiera acabar esta tu primera novela que tan buenos momentos me ha hecho pasar.
Recibe un beso, que no me atreví a darte en mi despedida.
Con cariño
Luz