Llueve.
Llueve en el gris del cielo
y un pájaro aletea mi tristeza.
Un poco más allá,
en las pequeñas lomas,
la primavera nace.
Arriba, el enebro,
se ríe de los árboles desnudos.
Por estos lugares que ahora diviso,
desde nuestra nueva, y antigua casa,
te fuiste para no volver jamás.
Ayer vi tu reflejo
en la turbiez del agua
de un arroyo que este año,
ha decidido convertirse en río.
Pardilla, 16 de marzo de 2018
(c) Foto y texto Luz del Olmo