Después de leer este libro, editado por Lumen, con fotos de Sergi Bernal y textos de Francés Escribano, Francisco Ferrándiz y Queralt Solé, me siento triste con la historia de Antoni Benaigues, el maestro catalán que aplicó el método Freinet, a los niños de un pueblecito burgalés, siendo torturado, vejado y fusilado, con otros muchos, en la la fosa de Pedrajas, donde se trunca y rompe una historia de ilusión en la enseñanza de la II República.
Sin embargo, ni los años de silencio y miedo, pudieron olvidarlo y son las casualidades y el empeño de saber de otras generaciones, las que nos van desvelando, todo aquello que pasó en los primeros años de represión y barbarie en Burgos, donde se dice que no hubo guerra civil, pero sí despropósitos y asesinatos, por el simple hecho de pensar distinto, donde el odio, la intolerancia y el rencor, fueron las causas para quitar la vida.
Los niños de Bañuelos de Bureba escriben en su cuadernillo escolar de 1935
El mar será...
El mar será....
El mar será...
El mar será, muy grande,
muy ancho y muy hondo..
El mar será de hondo
como la veleta de la torre...
La gente irá a bañarse.
Yo no he visto el mar.
Y yo puedo escribir:
El mar, el mar es una ola
que viene y se va, en la imagen
de los niños que aprendieron
a ser dueños de su propia dignidad.
Fue el odio y la barbarie
los que cortaron vuestros sueños
y la de aquel maestro
que os enseñó a soñar.
El mar será...
El mar será....
El mar será...
Después de años donde el miedo
era el dueño del silencio
hoy, ya casi podemos decir:
que el mar es tan inmenso
como la búsqueda de la verdad.
(c) Luz del Olmo