CANCIÓN
Cantó, canté, cantaron
y atrás quedó sin ellos
su voz, mi voz, el fruto
caído por el suelo.
Nadie sabrá mañana
qué le dicen al viento
esas palabras secas,
breve polvo en el tiempo.
Poema que dejo aquí de Fernando Aramburo, del libro que tengo pendiente regalar a mi querida amiga Mª Ángeles Merino Moya y que tanto admira a este escritor. Espero te guste.