Tanto Ana como Almudena, con palabras sinceras y llenas de emotividad, nos fueron expresando el porqué de esta exposición:
Para Ana fueron las noticias que le iban llegando por los diferentes medios de comunicación, las que le impulsaron a hacer retratos de las distintas personas que aparecían en esos medios y así fue volcando sus sentimientos, mientras aplacaba sus miedos y su rabia a tan tamaña injusticia que estaba aconteciendo.
Los dibujos de Ana reflejan las caras de cómo eran ellos y ellas, antes de llegar a esa angustia, desolación y yo imagino al ver sus rostros, la sorpresa, y también conformidad y en especial, indefensión, de lo que les estaba sucediendo.
Almudena que trabaja en un Centro de Salud, donde los pacientes no podían asomarse a las ventanas, pues el lugar carecía de ellas, decidió pintarlas en láminas para después colgarlas en las diferentes paredes de las personas que agonizaban, mientras el personal sanitario hacía lo que podía para mitigar, ese dolor, tan fuerte, tan inhumano, que nos estaba inundando a todo el planeta, pero en especial a los hombres y mujeres que transitaban sin medios suficientes, a su definitivo adiós.
Los cuadros de Almudena, muestran muy bien sus colores suaves de azules, verdes, rosas, amarillos... en ventanas que semejan tenues rayos de soles y segura estoy que lo sintieron los pacientes, cuando al girar la cabeza, podrían entreverlos dentro de su estado semiconsciente en el cual se encontraban.
(c) Fotos : Ana López Gimeno e Inocencia Muñoz
Texto: Luz del Olmo