En esta fecha, no conocíamos a Natacha, ni tampoco sabíamos apenas casi nada de Bielorrusia, pero fue después de fatal accidente de la central nuclear de Chernóbil , cuando supimos del país y de su gentes, forjando una estrecha relación, que aún nos perdura en el tiempo.
Participamos de diferentes maneras, una de ellas fue trayendo niñas y niños bielorrusos hasta Velilla de San Antonio, para que pasasen los veranos con nosotros y así " darles salud", en palabras de las madres, cuando visitamos las ciudades de Borisov, Ivie, Michanka , Minsk ... como representantes de las familias que habían cuidado a estos niños, para recibir sus enorme agradecimiento por lo que habíamos hecho en España por sus hijos e hijas.
Otra forma, fue hacer actividades culturales y recoger algo de dinero para mandarlo hasta este país, tan distinto y distante del nuestro.
Uno de estos actos culturales fue un recital de poesía que dimos en Rivas-Vaciamadrid y Velilla de San Antonio . Ya lo he dejado por aquí, pero lo voy a repetir, porque el trabajo en el texto que hizo Felipe Ángel Rodriguez, es digno de ser conocido y por ello, vuelvo a dejar su página para que podáis acceder a ello.
http://hormigaciones.blogspot.com/2010/07/la-espiral-invisible.html