Esta es mi nueva lectura del confinamiento. Atrás dejé ya a Daniel Defoe y su Robinson Crusoe, que ha estado entretenido y además lleno de frases que me venía muy al caso, en esto de estar enclaustrada.
Si bien Robinson, tenía un gran ingenio e imaginación para ir sorteando los numerosos problemas que se le presentaban en la soledad de su isla, confieso que en estos días, yo he estado bastante bloqueada y no podía escribir nada que no fuese el copiar lo que ya había escrito en otras ocasiones.
Dejo a Robinson con su fiel Viernes, rico y preparado para otra aventura y ahora me sumerjo en Delibes, y, aunque el libro parezca que lo he comprado en una librería de El Rastro, el hecho es que está conmigo, desde su publicación, allá por el año de 1979 . El regalo me lo hizo una de las personas más importantes de mi vida y su dedicatoria se queda entre nosotros.
El traslado de casa en los años posteriores, o quizás, el volver a él de vez en cuando, dejan las huellas en su portada, pero no en el contenido, pues es tan actual, que parece escrito antes de ayer.
Como casi todo el mundo sabe, Un mundo que agoniza, fue el discurso que hizo Miguel Delibes, al ingresar en la Real Academia de la Lengua en 1975, donde nos alerta sobre lo que podía pasar en nuestro mundo y ha pasado.
El elegirlo para mi nueva lectura del confinamiento, se lo debo a María Ángeles Merino Moya, que me informó cómo Pedro Ojeda lo había recomendado en el famoso facebook, al que solo visito de vez en cuando.
Sigo leyendo.....